Un cañetano nacido para ayudar

La labor pastoral del Padre José Carpio durante el Covid-19

José Carpio es un cañetano que, desde muy joven tuvo la inquietud de conocer la labor de los sacerdotes de su provincia. Es así como, con el apoyo de la iglesia y otros sacerdotes emprendió su formación en Perú y en el extranjero. “Mi único anhelo era emprender una vida sirviendo a los demás”, añade.

Actualmente tiene más de 10 años en el trabajo pastoral, de los cuales tres lleva sirviendo como Bicario Parroquial de la comunidad de Chilca a través de la iglesia Nuestra Señora de Asunción y apoyando la labor que realiza el párroco José Antonio Napa.

Respecto a la situación que afrontó Chilca ante la emergencia sanitaria nos comenta: “Al inicio de la pandemia junto a voluntarios de la parroquia visitamos a muchas familias que requerían apoyo y desde el comienzo Fenix acudió al llamado de ayuda, coordiné con Carlos Morán; y es así como se logró donar víveres a la comunidad más necesitada”.

Definitivamente esta pandemia trajo consigo muchos retos por afrontar, para el padre Carpio fueron dos: un reto espiritual, pues veía la necesidad de seguir llevando la palabra de Dios y uno material; ya que deseaba seguir atendiendo las necesidades de la población. Ambos fueron resueltos por el padre José Carpio y el equipo espiritual de la parroquia que se valieron de las herramientas digitales de comunicación para llevar calma a la población y por otro lado, tuvo el apoyo de empresas mediante donaciones y personas voluntarias que donaron su las tiempo para aliviar necesidades primordiales en Chilca.

“Deseo agradecer a cada voluntario y persona detrás de cada empresa por su don de servicio; por último, a la comunidad de Chilca decirles que cuenten siempre con nosotros, su iglesia, y que tengan presente que aún no hemos superado esta batalla; así que debemos seguir cuidándonos” ,finaliza agradecido.

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